jueves, 19 de abril de 2012

FINI

No hay plazo que no se cumpla, mañana inauguro mi exposición La línea, ya les contare.

lunes, 9 de abril de 2012

Copias listas

Casi terminamos ya la producción de la Expo La línea que será inaugurada el próximo viernes 20 en real del Monte, estas copias quedaron sensacionales.

martes, 3 de abril de 2012

Invitacion expo FINI

Estimad@s amig@s, les comparto la invitación para mi próxima exposición, saludos.

Grecia estrellada

Foto tomada en un taller de la Fundación Meyer, ahora la re proceso y comparto

Querid@s amig@s, ahora les comparto el texto para la exposición La línea, también de Daniel Saldaña Paris.

La Línea, de Francisco Mata Rosas

“Aquí es donde rebotan los sueños”, se lee en una pinta en el límite último de México, esa línea que resguarda el norte mítico, el polo magnético hacia el cual se orienta la oxidada aguja de las aspiraciones subcontinentales. Rebotan los sueños multiplicándose en imágenes que deforman el rostro de quien que las sueña, como en un truco de feria: la identidad alterada y repetida por un espejo convexo.
Las fotografías de Francisco Mata Rosas que conforman esta serie surgen directamente de ese mundo de apariencias arqueadas, de identidades torcidas y atravesadas por la larga y sinuosa cicatriz de la frontera. Desde luego, se trata de imágenes que trascienden el mero afán testimonial: no estamos ante el registro prosaico de una realidad que ya sabemos tormentosa, sino ante una sensibilidad capaz de construir la metonimia exacta del desamparo y la violencia fronterizos a través de los vestigios que dejan los migrantes en su camino al norte, o de fijar el abandono de las zonas carcomidas por el narco a través de las ruinas y las tumbas que erizan el paisaje.
La frontera ha  ganado fama como un lugar de imágenes extravagantes en donde el kitsch es la nota dominante de una melodía sincopada de balazos. Mata Rosas evade esa convención para mostrarnos un absurdo más profundo, menos ornamental; un absurdo fundamentalmente político cuyas derivaciones iconográficas alteran –y no divierten– al espectador. Y lo hace echando mano de una variedad de recursos tal que lo sitúan muy lejos de la necia superstición de la “técnica por la técnica” que todavía acalambra a algunos fotógrafos contemporáneos.
Saltando de un formato a otro, de un registro epifánico (en “Maruchan”, por poner un ejemplo) a un humor escabroso (“Calacas”), Mata Rosas nos muestra una frontera múltiple, compleja y constantemente reinventada por la gente que la atraviesa a pesar de todo riesgo. Más que estampas, se nos ofrecen auténticas tesis, intuiciones que desmigajan nuestra relación con ese gozne, la mentadísima línea: despeñadero de sueños y suelo fértil de no pocas pesadillas.
–Daniel Saldaña París

lunes, 2 de abril de 2012

Muestra de introducción al reconocimiento que recibiré en el FINI el próximo 20 de abril.






















Texto para mi exposición La línea en el FINI el próximo 20 de abril.


Texto escrito por mi amigo y poeta Daniel Saldaña Paris, para la introducción mi exposición de recuento, durante el reconocimiento que en el FINI se me entrega, esto será el próximo 20 de abril. Acompaña una de las imágenes que veremos.

Las fotografías de Francisco Mata Rosas evidencian una vocación que envidio: la de estar siempre en el momento correcto y también, invariablemente, en el lugar equivocado.

¿Por qué retuerzo el tópico de la pertinencia absoluta? Porque el lugar correcto, su armoniosa resonancia, no puede tener el nervio para remover las tripas que sí tienen estas imágenes. No hay aquí lugar correcto; lo que hay son épocas, aparentemente distantes, superpuestas de una manera que no por ser familiar entendemos del todo. Y el fotógrafo es, en cierto sentido, un historiador: la persona capaz de rastrear la pervivencia y la distorsión del pasado en la carne de un presente inasible.

Máscaras de una era menos literal que se pasean por las estaciones del metro; celebraciones bullangueras o liturgias del dolor actualizadas en un rito cuya misma sintaxis nos resulta ilegible; escenas de un trópico brumoso y hambreado que desmiente la versión exportable de su exuberancia; comuniones accidentales que redimen el día en una ciudad ruidosa. El puñado de fotos reunidas en esta retrospectiva da cuenta de una trayectoria dedicada a contar el mundo de un modo distinto: rehuyendo los lugares comunes (las leyendas heredadas de lo que se supone que somos) para generar, en un sentido más puro, lugares comunes: espacios donde vernos las caras y reconocer que tenemos –y este plural trasciende regiones– costumbres rarísimas.

El fotógrafo es fiel a su experiencia del mundo: no la falsea embelleciéndola, sino que la entrega con toda la paradójica fuerza de lo que va descubriendo. La que aquí se presenta es una selección que resume o sintetiza una obra esencialmente investigativa: las imágenes traslucen un nomadismo curioso, capaz de convertir un viaje alrededor del barrio en un recorrido homérico, con sus monstruos, sus islas y su justa dosis de extrañamiento.

­ – Daniel Saldaña París

re ingreso.


Queridos amigos, revise mi blog y elimine todas las entradas anteriores, quiero empezar de cero, así que esta será en esta etapa mi primer entrada, espero mantener por aquí el diálogo, el intercambio de ideas y sobre todo el cariño con todos ustedes, mostraré parte de mi trabajo y actividades, así como de textos, vídeos, imágenes, referencias o lo que sea que llame mi atención y considere puede interesarles compartirlas, tratare de informar sobre eventos y proyectos, en fin espero sea este un espacio con vida y movimiento y para eso sin duda necesito de ustedes. Por mi parte pondré toda la tensión que pone un relojero a su trabajo al cuidado y mantenimiento de este lugar.
Un abrazo muy grande.
Francisco Mata Rosas